Cuerpos

El títular va aquí

Introduce aquí el subtítular

Aquí comienza tu texto. Puedes hacer clic en este punto y empezar a escribir. Sed ut perspiciatis unde omnis iste natus error sit voluptatem accusantium doloremque laudantium totam rem aperiam eaque ipsa quae ab illo inventore veritatis et quasi.

Ea commodi consequatur quis autem vel eum iure reprehenderit qui in ea voluptate velit esse quam nihil molestiae consequatur vel illum qui dolorem eum fugiat quo voluptas nulla.

Ritmos corporales 

Raúl Prada Alcoreza 

Ritmos corporales

Raúl Prada Alcoreza

¿Cómo leer lo que dicen los cuerpos? Lo que expresan los cuerpos, lo que transmiten; su gramatología. No lo que está inscrito en los cuerpos, no lo que ha inscrito el poder en ellos; sino lo que el poder no puede controlar, tampoco interpretar; pues no lo ve. Todo aquello que no han podido ver las ciencias, sobre todo, las ciencias sociales y las ciencias humanas. No solo porque no pueden ver, sino, no pueden también escuchar. No escuchan la sinfonía del universo. No escuchan las cuerdas creadoras de la materia y la energía; por lo tanto, no escuchan los ritmos corporales.

Yendo más lejos, el poder no puede percibir lo que no controla, lo que no domina, pues su mundo es el mundo institucional, relativo a su reproducción. Un mundo de las representaciones, estructurado en los esquematismos dualistas, que pueden resumirse, por lo menos, ilustrativamente, como esquematismo de la oposición de lo institucional y lo no institucional; por lo menos, de lo institucional que sirve a la reproducción del poder. Que es gran parte el correspondiente a las mallas institucionales estatalizadas.

Es indispensable comprender el funcionamiento de la dinámica integral y compleja de los cuerpos. Es importante comprender sus dinámicas moleculares y molares. En relación a las problemáticas enfrentadas, en la contemporaneidad, es urgente comprender e interpretar las ecologías donde se encuentran los cuerpos. El funcionamiento de los cuerpos forma parte de estas ecologías; al final, son las dinámicas ecológicas las que explican los funcionamientos de los cuerpos.

Entre estas dinámicas, de los cuerpos y las ecológicas, podemos encontrar ciertas formas de manifestación, de expresión; hasta pueden ser tomadas como trazos de los tejidos espacio-temporales-territoriales-sociales. Estos son los ritmos corporales.

Sabemos, de alguna manera, cómo se expresan, se comportan, se sincronizan, los ritmos corporales, en el arte, la estética, la música, la danza. Incluso han sido estudiados. Lo que no sabemos es cómo se manifiestan, se dan, se expresan, los ritmos corporales fuera del arte, la estética, la música y la danza. Esto puede ser clave para comprender la complejidad de las sociedades, sus dinámicas y funcionamiento. Ciertamente, se han estudiado también los movimientos de los cuerpos en escenarios como los del taller, la fábrica; así como el cuartel, la escuela; incluso el deporte, que cada vez es foco de atención. Pero, se lo ha hecho no desde la perspectiva de los ritmos, sino desde la lógica de la producción, de la disciplina, del estudio, del rendimiento, buscando mejorar su eficiencia. Esta forma de abordarlos se encuentra restringida a la mirada lógica, por así decirlo, que busca la relación causa-efecto; en el mejor de los casos, la estructura del comportamiento o la conducta. Esta mirada causal o estructural está lejos de poder visualizar los ritmos, las composiciones sonoras de los cuerpos, las composiciones sincronizadas de los cuerpos; pues, a pesar de que no se crea, los conjuntos de cuerpos relacionados terminan sincronizando ritmos, que aunque no sean ni danzas ni formas estéticas, vinculadas a las ondas musicales, las sincronías resultantes, responden a composiciones complejas. Es en estas sincronías corporales y sociales donde podemos situarnos para comprender la complejidad social y ecológica. Entonces, llegar a los ritmos corporales, es como llegar a percepciones de las dinámicas de la complejidad.

Vamos a tratar de introducirnos a este abordaje, desde la perspectiva de la complejidad. En el ensayo anterior, De los cuerpos y sus tejidos[1], se avanzó, en sentido introductorio, recurriendo a una fuente no acostumbrada, tampoco apropiada, según la metodología y epistemología de la modernidad, a la información metafórica y perceptual que brinda la poesía. El argumento que usamos para hacerlo fue el de que la poesía está más cerca de los cuerpos que las ciencias. No descartamos, de ninguna manera, esta certeza, sino que buscando otras fuentes, como los de las observaciones de acontecimientos sociales; perseguimos su descripción e interpretación, a partir de las consideraciones de lo que denominamos ritmos corporales.

Bocetos de ritmos corporales

El profesor William Condon llama a los comportamientos corporales, más conocidos quizás como comunicación no verbal, sincronización interaccional[2]. Condon asevera que el cuerpo humano danza al ritmo de su discurso. Al hablar, se marca un ritmo; este ritmo es producido por las manos, los cabeceos, los parpadeos y los demás movimientos del cuerpo. Condon declara que el sistema comunicativo no está formado solo por el hablante, sino que el que escucha también sigue este compás, marcado por las palabras. Esta es la base de su teoría de la "sincronía interaccional". La teoría establece que dos personas en conversación, no están acopladas meramente por los discursos emitidos, en intercambio, sino que son acompañados por movimientos y ritmos. Sin la sincronía interaccional la comunicación sería imposible. En otras palabras, la comunicación es integral, comprometiendo todo el cuerpo. Ciertamente, la sincronización puede cambiar de formas y estilos, dependiendo de los esquemas de habitus y singularidades individuales en el uso del cuerpo, al hablar, al comunicarse. Por otra parte, personas que están involucradas en una amistad, que establecen relaciones afectivas, se inclinan a moverse notablemente de forma intensamente armónica, a diferencia de personas que recién se conocen o se tengan antipatías. Considerando espacios de afinidad y de aproximación, la sincronía interaccional señala oscilaciones ligeras, si se quiere hasta imperceptibles, no solamente en lo que respecta a las formas manifiestas de armonía, sino también a formas de inclusión o de exclusión definidas.

Condon ha llevado a cabo algunos experimentos utilizando EEG (Electroencefalogramas), GSR (Galvanic Skin Response, que mide la actividad eléctrica de la piel) y Electrocardiogramas. Los resultados de estas investigaciones no dejan de ser sugerentes. El investigador deduce, de estas investigaciones, de que la mecánica y dinámica bioeléctrica, es decir, el sistema nervioso del cuerpo que funciona mediante descargas eléctricas de los nervios, capta la sincronía interaccional y está profundamente involucrado en ella. Uno de los experimentos realizados consistía en conectar a dos personas a un electroencefalógrafo y analizar su actividad cerebral mientras hablaban. En resumidas cuentas, los dos gráficos, relacionados a la actividad eléctrica de los involucrados, eran análogos en el formato: los gráficos cambiaban al intercalar el turno del habla; también se puede observar una mayor actividad, en el escucha, cuando el hablante decía algo interesante; entonces el oyente escuchaba con más atención.

Condon ha corroborado que tanto la piel como el ritmo cardíaco reaccionan ante las palabras de alguien o los sonidos de alrededor. Dependiendo del escenario, del tema tratado, del momento, y el contexto, el ritmo cardíaco puede disminuir, así como la actividad eléctrica de la piel permanecer inalterada, o, de manera distinta, el ritmo cardiaco puede aumentar y la actividad eléctrica de la piel alterarse.

Los alcances de las observaciones de Condon van más allá de las sociedades humanas. Son aplicables a otras sociedades orgánicas. Los ritmos sonoros y corporales afectan a los ecosistemas. No solamente las investigaciones que citamos, sino otras, por ejemplo, biológicas, anotan que las plantas emiten comportamientos, de acuerdo a diferentes afectos transmitidos. Lo que podría implicar que se dan distintas formas de comunicación entre los seres[3].

Aunque son pocos los investigadores que se han dedicado a estudiar la "comunicación no verbal", aunque no sea mucho en lo que se avanzado, al respecto, debido a la predominancia epistemológica de la comunicación verbal; de todas maneras, lo que se ha encontrado es sorprendente. Lo que llama Condon la comunicación interaccional. La comunicación no se da solo por medio de emisión y escucha de palabras, de discursos, sino es la condición de posibilidad de la comunicación es la actividad de todo el cuerpo. A propósito, podemos explicarnos, la ventaja que tiene la comunicación audiovisual respecto de la comunican radial.

Por otra parte, no hay que olvidar que la comunicación no verbal, llega a comprender que el cuerpo se sostiene en dinámicas, que podemos llamar con propiedad, moleculares. Pues la comunicación se hace posible por las descargas bieléctricas, que varían en intensidad y en extensidad. Ciertamente, esto también ocurre en la comunicación verbal. Es que, retomando la perspectiva de la complejidad, podemos alegar que no hay una comunicación solo verbal o una comunicación solo no verbal, aunque esta última adquiere una connotación más compleja. La comunicación es integral, compromete a todo el cuerpo.

Sin embargo, las investigaciones de Condon se han concentrado, prioritariamente, en observaciones de micro-grupos, sobre todo, en la conversación y el comportamiento de dos personas. ¿Qué pasa con grupos más grandes, con colectivos, con comunidades, incluso con sociedades? Si la sincronización interacional, en el nivel de micro-grupos, arroja luces sobre la comunicación, invitando a re-conceptualizarla y reconsiderarla, desde una perspectiva más compleja; se puede esperar que la sincronización interaccional arroja muchas luces cuando esta sincronización se da y se observa en contingentes mayores.

Ciertamente, no estamos en condiciones de efectuar estas investigaciones en mayor escala poblacional. Sin embargo, podemos sugerir hipótesis interpretativas, para que sean contrastadas por investigaciones. Por otra parte, estas hipótesis interpretativas, están, de uno u otra manera, sostenidas por experiencias sociales, recordadas y asumidas socialmente; experiencias sedimentadas en memorias sociales, que obviamente, no sustituyen a las investigaciones requeridas. En principio lanzaremos hipótesis prospectivas e interpretativas de carácter más general, para luego, sugerir hipótesis más específicas.

Hipótesis prospectivas e interpretativas

1. La existencia misma, los universos, en sus distintas escalas, se mueven de maneras y modos sincronizados. Ni que decir, la vida, en su sentido biológico, corresponde a sincronizaciones complejas e integradas; no solo entre los seres orgánicos, sino entre los seres orgánicos y los seres inorgánicos, usando dos conceptos, con los cuales no estamos de acuerdo; empero, los usamos para ilustrar.

2. Los ecosistemas, sus dinámicas complejas, las ecologías, son composiciones y combinaciones de composiciones sincronizadas.

3. Dentro de la pluralidad de sociedades de la existencia, de la vida, de las ecologías, las sociedades humanas no están exentas de estos atributos; los de la sincronización.

4. Las sincronizaciones primordiales son la clave de las formaciones sociales. No al revés.

5. Estas sincronizaciones, es decir, todas las formas de sincronización, son corporales. No puede ser de otra manera.

6. El cuerpo es una composición compleja de energías combinadas con fuerzas, sobre todo, de fuerzas fundamentales; combinaciones de energías y fuerzas con materias, concebidas en sus dinámicas complejas, en distintas escalas. Además de actividades vitales, como la de la experiencia, la memoria, la percepción, la interpretación y la acción.

7. La complejidad, es decir, la realidad, adquiere una complejidad mayor, cuando las asociaciones y composiciones se dan entre cuerpos, conformando relaciones, estructuras, es más, instituciones, que no solamente estabilizan las asociaciones, sino que conforman corporeidades complejas, que comprenden a los cuerpos mismos.

8. La sociedad es una de estas complejidades mayores. Sin embargo, hay que anotar, recordando lo que ya dijimos en otros ensayos, que no hay sociedad sola, como suspendida en el aire, sino sociedades articuladas a sus dinámicas territoriales y dinámicas ecológicas. Lo que hemos llamado eco-sociedades.

9. Entonces, estas llamadas ecos-sociedades forman parte de complejidades mucho más integrales. Lo que las convierte en corporeidades complejas en interacción con las ecologías del planeta, además de las interacciones con el pluriverso.

10. En consecuencia, es indispensable, para comprender las complejidades desplegadas por las formas de existencia, por las formas de vida, por las formas sociales, estudiar e interpretar los ritmos corporales diversos y plurales.

11. ¿Qué nos dicen estos ritmos corporales en una coyuntura de guerra? ¿Qué nos dicen en un periodo de crisis? ¿Qué nos dicen en un periodo de paz? ¿Qué nos dicen en diferentes contextos espacio-temporales?


[1] Ver De los cuerpos y sus tejidos. Corporeidades intensas. La Paz 2016. https://corporeidades-intensas-es.webnode.es/.

[2] Ver de William Condon Method of micro-analysis of sound films of behavior. https://download.springer.com/static/pdf/511/art%253A10.3758%252FBF03210994.pdf?originUrl=http%3A%2F%2Flink.springer.com%2Farticle%2F10.3758%2FBF03210994&token2=exp=1462412963~acl=%2Fstatic%2Fpdf%2F511%2Fart%25253A10.3758%25252FBF03210994.pdf%3ForiginUrl%3Dhttp%253A%252F%252Flink.springer.com%252Farticle%252F10.3758%252FBF03210994*~hmac=b105b80ce00cfc8ea2e863f233b5b4ffdd48fbaa88cf08d38a4f455d3f7bc557. Tambien de L. M. Blendis, Roger Williams, and Louis Kreel Radiological determination of spleen size. https://gut.bmj.com/content/10/6/433.full.pdf.

[3] William Condon: https://filosofeandonos.blogspot.com/2014/03/la-comunicacion-no-verbal-los-ritmos.html. 

Crítica del poder

Dinámicas del poder y decadencia

Raúl Prada Alcoreza

Es indispensable comprender la relación entre las mecánicas del poder y la decadencia; es decir, la relación entre estructuras y relaciones de dominación con la voluntad de nada; el derrumbe, el hundimiento civilizatorio. No por un ansia de interpelar al poder, sino por la necesidad de comprender cómo funciona el poder y por qué ocasiona el proceso de la decadencia social, institucional, política, moral y cultural. Hemos escrito sobre estos temas y problemáticas; sobre las amenazas del sistema-mundo capitalista, que contiene el sistema-mundo cultural y el sistema-mundo político; empero, ahora, quisiéramos concentrarnos en la relación entre estos ámbitos; no necesariamente causales y determinados, el uno por el otro. Sino entre ámbitos que no dejan de formar parte de una integralidad compleja. Para tal efecto, por lo menos, desde la perspectiva de las hipótesis interpretativas, vamos a sugerir un conjunto de conjeturas, que ayuden a diseñar rutas de investigación.

Hipótesis interpretativas

de la relación entre poder y decadencia

1. No podemos hablar de poder, como tampoco de nada, como si fuese una abstracción, revelando el secreto del referente calificado. El poder, como toda existencia, es necesariamente y siempre singular; es decir, única.

2. Entonces las formas de poder realizadas, efectivizadas y ejercidas, son siempre concretas y específicas.

3. El poder no es solamente relación de fuerzas; esto sería hasta intrascendente, pues responde a lo que ocurre comúnmente; el poder establece relaciones de fuerza, donde emerge y se realiza la dominación.

4. Entonces se trata de relaciones de fuerza de dominación. Puede haber relaciones de fuerza de colaboración, de apoyo o solidaridad, de incremento de potencia. Las relaciones de fuerza no necesariamente son de dominación, como se ha creído; tanto en las ciencias sociales, incluso en un investigador crítico como Michel Foucault. Esto hace preguntarnos por la situación de las otras relaciones de fuerza frente a las relaciones de dominación. Según los discursos académicos, los discursos intelectuales, hegemónicos, prepondera la forma de relaciones de fuerza de dominación. Sin embargo, no está clara esta tesis. Pues las sociedades no podrían sobrevivir si solo establecerían relaciones de dominación o, si se quiere, preponderantemente. La tesis nuestra es que las otras relaciones de fuerza funcionan, están ahí, generadas y recurrentes por la sociedad; solo que por las rejillas de la "ideología" no son tomadas en cuenta.

5. Ocurre algo parecido al cuadro que presentamos. Las sociedades hacen funcionar todas las formas de relaciones de fuerza; empero, solo toman en cuenta las relaciones de dominación; subordinando a las demás relaciones, al dominio, hegemonía y determinación de las relaciones de poder. Esta actitud sesgada, convierte, imaginariamente, a las relaciones de dominación, como si fuesen la clave para comprender las sociedades. Sin embargo, son como la clave, pero, en el paradigma en uso; no, necesariamente, en la realidad, sinónimo de complejidad.

6. Las sociedades institucionalizadas no se dan cuenta que no podrían reproducirse y continuar sin el funcionamiento de las otras relaciones de fuerza, que no ejercen dominación. Se apegan a la interpretación; valoración institucional e "ideológica", de estas relaciones de dominación, consideradas las claves para comprender a las sociedades mismas. Al hacerlo, han convertido en un fetiche al poder. No es que no exista; está ahí. Es, para decirlo inapropiadamente, real. Lo que pasa es que no solamente se dan, en la realidad, sinónimo de complejidad, las relaciones de dominación, sino también se dan un conjunto amplio de formas de relaciones de fuerzas, que no corresponden a la dominación. Este es el sustrato que sostiene el mismo ejercicio del poder.

7. La pregunta es: ¿Por qué, si se trata de un conjunto coaligado de relaciones de fuerza, se interpreta como si el mundo funcionara solo a través de relaciones de poder? La hipótesis interpretativa es: Esta distorsión corresponde a la interpretación "ideológica" de las mallas institucionales, a la figura adherida en la constitución de sujetos; esta figura es el Estado. El discurso jurídico-político, legitimador del poder, por lo tanto, del Estado, tiene una mirada positiva del poder. Es como el instrumento para ordenar la sociedad; para garantizar la paz duradera, evitando la guerra de todos contra todos. Entonces el poder legítimo, el ejercido por el Estado, es indispensable para el propio funcionamiento de la sociedad. De este modo, resuelve toda la problemática de los funcionamientos institucionales de la sociedad. Como consecuencia de esta tesis, hay poder legítimo y poder ilegítimo. El poder legítimo es el del Estado, el poder ilegitimo es de todos los que ejercen esta relación de dominación, sin legalidad ni legitimidad. Por lo tanto, la problemática, según este enfoque, se reduce a la dualidad y contradicción entre poder legítimo y poder ilegitimo. Se puede decir que el poder se convierte no solamente en un paradigma, sino, incluso, en toda una epistemología. Como debía Foucault, el poder produce verdades, el poder produce realidades.

8. El hecho de que se interprete así, desde la perspectiva sesgada del poder, de todas maneras, tiene efectos en la incidencia en los contextos de realidad. Al institucionalizar estas formas de concebir el mundo, induce comportamientos en la gente, en las poblaciones, ocasionando comportamientos, que corresponden al referente del poder. La "ideología" se ha cristalizado en los huesos.

9. Esta orientación de las prácticas, a partir del establecimiento institucional de esas relaciones, apoyadas por la cosmovisión del poder, termina produciendo realidades; pero, en el sentido restringido. No como complejidad, sino como reducción de la complejidad, en el sentido menos operativo. Como recortes de realidad, donde, como en islas, se realiza la sociedad diseñada y generada por el poder, por las relaciones de dominación. La realidad como complejidad no está alterada en la magnitud que cree el Estado, sino mucho menos. No hablamos del impacto ecológico, que ciertamente es grande, sino del control, por parte del Estado, de los múltiples procesos, que conforman el acontecimiento.

10. En esas islas, en esos recortes de realidad, el poder logra crear una "realidad" a su imagen y semejanza. Para el poder, esa es la "realidad". Lo demás son especulaciones. No puede entender que esa "realidad" es el efecto masivo de sus intervenciones y sus incidencias. La realidad como complejidad escapa a su control; además, el Estado mismo forma parte de esa complejidad; no como centralidad, sino como un efecto más en el conjunto de procesos y composiciones del acontecimiento.

11. El poder puede, en un principio, controlar ciertas condiciones, ciertos factores, y ocasionar efectos esperados. Empero, a partir de un determinado momento, como efecto diferido de sus primeras acciones y de las acciones en un presente dado, la complejidad genera una problemática inesperada. Al acaecer esto, se constata que el Estado no controla la realidad, sino que forma parte de la complejidad, siendo un dispositivo más en el conjunto abigarrado de la simultaneidad dinámica e integral de la complejidad. Lo que pase con el Estado va a depender de los resultados de las correlaciones de fuerza.

12. Parece que al no controlar la realidad, como pretende su absolutismo, el Estado produce un efecto adverso a su propia reproducción, estructura, institucionalidad. Este efecto no buscado, es precisamente su decadencia.

13. Es como si el Estado, en tanto Estado, anunciara, desde un principio, la venida de la decadencia. La decadencia viene porque se ha roto la armonía con la integralidad misma de la complejidad. Al no recibir la información adecuada, al retener selectivamente parte de la información recepcionada, al decodificar desde un paradigma discutible, sobre todo, al inducir comportamientos masivos, disociados de la complejidad, el Estado, sin buscarlo, entra en la decadencia.

14. La decadencia no es una fatalidad de las instituciones, sino es un efecto, si se quiere, histórico-político, de esta forma de reducir la complejidad, al tamaño de los prejuicios sociales de un periodo o década.

15. En el fondo o, en última instancia, la decadencia es el desajuste entre sociedad y realidad, como sinónimo de complejidad. La decadencia es el síntoma de la incompatibilidad de una forma de sociedad respecto a la realidad. Al no poderse adecuar a una configuración de realidad; su funcionamiento no incide como quisiera, en la realidad, sino que incide en su propio funcionamiento; ocasionando disfuncionalidades, perturbaciones, desfases, perversiones institucionales.

16. Este fenómeno de la decadencia, parece haberse presentado en todas las formas de Estado, en todas las formas de gubernamentalidad, durante la modernidad. Pues todas estas formas, por más que se crean contrastadas, contradictorias y enemigas, no hacen otra cosa que repetir el enfoque sesgado del poder, aunque lo hagan de distintas maneras, con distintos discursos y con diferentes "ideologías".

17. Al respecto, la problemática que enfrentan las sociedades, en la coyuntura crucial, se da como decadencia no solo como de la malla institucional de una de las formas de Estado, de un conjunto de formas de gubernamentalidad, caracterizadas, sino de todas las formas de Estado y de formas de gubernamentalidad, basadas en el Estado, sustentando al poder como motor central de la sociedad. Esta condición similar, los hace equivalentes, aunque crean y proclamen que son enemigos de los otros; los culpables de todos los males de la tierra.

18. No hay salida en ninguno de los proyectos concurrentes por el poder, sean de una "ideología" o de otra. La lógica, el sesgo, es prácticamente el mismo. Todas estas versiones, sean conservadoras o pretendidamente "revolucionarias", al basar su cosmovisión, pero, también sus esquemas de comportamientos, en la centralidad del poder; comparten no solamente una misma episteme, la moderna, sino generan actitudes y practicas equivalentes, aunque se proclamen opuestas. Pues, todas ellas, reproducen el poder, en tanto estructuras y relaciones de fuerza de dominación.

19. El problema mayúsculo es que gran parte de las poblaciones, de las sociedades institucionalizadas, cree en el esquema interpretativo del poder, cree en sus "ideologías", que, aunque sean distintas, se basan en la conjetura de la determinación del poder. Aunque, haya una tendencia, apegada al determinismo económico; el determinismo económico no es otra cosa que el determinismo de las relaciones de dominación; solo que se decodifican estas relaciones desde la perspectiva del intercambio, del mercado y de la cuantificación monetaria. Si hay debate entre los deterministas económicos, que son más evidentes, y los deterministas del poder, que son más difusos, es solamente por las características de sus interpretaciones; empero, en el fondo, sus interpretaciones distintas responden a la misma estructura de pensamiento, que supone al poder como el motor de la historia.

20. No hay salida por ninguno de estos lados, por ningún enemigo declarado, sea conservador o progresista, sea capitalista o socialista; sea fundamentalista de cualquier forma discursiva barroca y religiosa. La salida se encuentra en salir de estos círculos viciosos del poder.

21. Al ser el poder, uno de los ámbitos, en la multiplicidad de relaciones de fuerza, importa, prioritariamente, comprender el funcionamiento de la complejidad del mundo, para tener la oportunidad de incidir, de acuerdo al potenciamiento de la vida, al potenciamiento de la potencia social; logrando ocasionar decursos, si se quiere, procesos, no-decadentes, sino que armonicen con la complejidad, en tanto simultaneidad dinámica e integral. 

Espesores de intensidad

Potencia social

Energía, flujos e instituciones

Raúl Prada Alcoreza

La clave es la energía. Sin energía no podría moverse el universo, ni ninguno de sus componentes, en todas las escalas, desde las infinitesimales hasta las molares. También la energía es clave para los flujos sociales y los espesores que conforman; entre ellos, las instituciones. Sin energía no podría moverse la sociedad. Ahora bien, la energía no es abstracta como su concepto, sino, mas bien, es concreta. La energía está íntimamente vinculada al tipo de energía, si podemos hablar así. No nos referimos a los contenidos y cualidades de la energía, dependiendo de los recursos naturales de donde es obtenida; como energía fósil o energía minera, u otras formas de energía; por ejemplo, la energía eólica; sino nos referimos a lo que llamaremos la energía fundamental, la que tiene que ver con la estructura primordial del universo. La teoría de las cuerdas ha identificado la energía de las vibraciones y la energía del enrollamiento o del embobinado. Entonces, en primer lugar, hay energías, en plural; en segundo lugar, las energías dependen de cómo son producidas; por vibraciones o por enrollamiento. Ambas energías son inversamente proporcionales y, además, complementarias. En la medida que disminuye el radio del cilindro del universo, la energía devenida de las vibraciones aumenta; en la medida que el radio del cilindro se incrementa, el aporte de la energía por enrollamiento aumenta[1].

Usando como referencia esta brevísima descripción del comportamiento energético por parte de la teoría de las cuerdas, podemos suponer, en principio, para hacerlo fácil, dos formas de energía primordial; la de las vibraciones, manteniendo el término, y la de los desplazamientos, cambiando el término. La segunda suposición es la siguiente: La energía de las vibraciones corresponde a la frecuencia e intensidad de ondas; la energía de desplazamiento corresponde a los desplegamientos curvados o circulares de las cuerdas. La tercera suposición, sugiere la hipótesis especulativa siguiente: la energía vibratoria genera notas, que crean materia; la energía de desplazamiento genera atracción, cohesiona la materia.

Estas tres suposiciones nos pueden ayudar a lanzar hipótesis interpretativas especulativas sobre el acontecimiento de los flujos sociales, de sus decursos, sus bucles, de la constitución de espesores, sobre todo de espesores institucionales; inherentes a la complejidad dinámica de las paradojas emergidas. Explicando, desde esta perspectiva integral de la complejidad, las crisis de la complementariedad, pues se quiebra en el sistema-mundo político, dentro del sistema-mundo capitalista; manifestando abiertamente la incompatibilidad, a partir de un determinado momento, entre flujos sociales e instituciones, convertidas en obstáculos ateridos conservadoramente a estructuras obsoletas.

Hipótesis interpretativas especulativas

1. Las cuerdas sociales son, a la vez, creativas y de cohesión o de consolidación. Las vibraciones de los flujos sociales crean, aperturan abren horizontes, inventan; los desplazamientos de los flujos sociales cohesionan y consolidan, lo creado, garantizando su reproducción institucional; en otras palabras, conservan la institucionalidad constituida.

2. Podemos imaginar, esquemáticamente, para ilustrar, dos extremos; uno, cuando el aporte es mayor, notoriamente mayor, de parte de las vibraciones de los flujos sociales; otro, cuando el aporte es mayor, notoriamente mayor, por parte de los desplazamientos de los flujos sociales. En el primer caso, se está ante acontecimientos inaugurales, ante invenciones y creaciones sociales, entre ellas, ante revoluciones, para recurrir a esta antigua palabra. En el segundo caso, estamos ante el sosiego social, la paz social, en la apacible cohesión social.

3. La energía social, en su conjunto, es tanto de innovación, transformación, creación, como de consolidación, conservación, continuidad, goce social de lo logrado. Ambas formas de energía no solamente van juntas, sino que se encuentran integradas en un mismo acontecimiento, el acontecimiento social.

4. Volvemos a la paradoja transformación-conservación. El acontecer social es paradójico, como es paradójica toda la existencia, así como la vida misma.

5. Las crisis sociales y políticas, desde esta perspectiva, la de la complejidad, parecen desatarse por la incomprensión de estas paradojas. Por el fundamentalismo, la ortodoxia y el dogmatismo, de los esquematismos duales postulados y aplicados, en un mundo complejo, que los esquematismos duales suponen que es simplemente dualista o dialéctico.

6. La hipótesis anterior parece extraña, sobre todo debido a la efectuación pragmática del comportamiento dualista, comportamiento que aparece como evidenciando contradicciones, sobre todo, en las prácticas políticas institucionales, que como se muestarn contradecir a la paradoja misma, que es, mas bien, integral, enla propia disyunción complementaria, complementaria y simultánea. ¿Acaso no es posible este comportamiento dualista dicotómico, conformado como en oposiciones, supuestamente irreconciliables? Es posible en el imaginario, no necesariamente en la realidad, sinónimo de complejidad. Las instituciones son, precisamente imaginarias, en tanto representaciones o mundo de representaciones, aunque sostenidas por estructuras materiales institucionales, que son efectivamente dominaciones inductoras de esa clase de comportamientos dualistas. Al hacerlo no anulan la paradoja, sino, al contrario, la ratifican. Pues al pretender, con sus acciones duales, la búsqueda de la victoria sobre el enemigo, lo que hacen es reproducir paradójicamente la complicidad entre amigo y enemigo. Ambos se necesitan para conservar el poder.

7. Las narrativas del poder, cuyo imaginario es dualista, interpretan la historia como la epopeya de la guerra del bien contra el mal, del progreso contra el atraso, de la evolución contra la involución, del desarrollo contra el subdesarrollo, de la justicia contra la injusticia, de la libertad contra la esclavitud. La lista es larga de las narrativas dualistas. Obviamente que la "ideología" institucional cree en estas interpretaciones; sin embargo, sus interpretaciones no hacen al mundo, tal como es, hacen solo a los imaginarios, los mitos, las "ideologías" de legitimación del poder. Lo que incide en el mundo efectivo no son tanto estas narrativas de legitimación, sino sus propias acciones, sus prácticas, la desmesura de sus violencias.

8. En tanto lo que incide efectivamente en la realidad, son las prácticas, los diagramas de poder, las dominaciones impuestas; incidencia como efectos masivos en la realidad, como sinónimo de complejidad; esta incidencia no deja de ser paradójica. El poder, cuanto más cree lograr su dominación absoluta es cuando más está atrapado en sus propias redes, cuanto más se encuentra enajenado en su imaginario dualista, cuanto más su domino, su control, resultan inútiles, pues no pueden lograr abarcar, capturar, la inconmensurabilidad casi infinita del devenir de la vida. Es cuando se evidencia el mito de su poder absoluto. Es cuando se evidencia su decadencia absoluta y su extrema banalidad.

9. Lo que no deja de ser sorprendente es que la mayoría de las poblaciones del mundo también están atrapadas en el imaginario del poder. No vamos a volver a explicar este fenómeno por la "ideología" dominante y hegemónica, ni por las estructuras de poder, que adhieren los cuerpos a las instituciones; esto puede tener su asidero y certeza; empero, parece que intervienen condicionamientos más primordiales, que hay que tener en cuenta. En la media que el radio de las sociedades modernas se expande, la energía de desplazamiento, de cohesión, de consolidación, de conservación, incrementa su aporte en la estructuración y desenvolvimiento social. Hay pues, desde el enfoque de esta hipótesis interpretativa especulativa, una tendencia mayor al serenidad.

10. La otra tendencia, complementaria a la energía de los desplazamientos, es la energía de las vibraciones, que genera creatividad, invención, apertura; cuando la sociedad se expande, tiende a aportar menos, en el conjunto energético social. Sin embargo, la expansión social, lo que llaman eufemísticamente los economistas "desarrollo", tiene que ser vista en perspectiva relativista. Puede no ser expansión, en sentido lato, sino más bien, contracción, en sentido literal; puede no ser expansión en el sentido de holgura, de desplazamiento beneficioso, sino, al contrario, puede connotar restricción, al preservar sociedades jerárquicas, incluso cada vez más desiguales. Por lo tanto, no es extraño que asistamos, cada vez más, a la premura de los conflictos sociales y movilizaciones sociales anti-sistémicas, cada vez más acuciosas.

Teniendo en cuenta las hipótesis interpretativas especulativas, las instituciones como espesores sociales, no son siempre un lastre, como en su etapa de decadencia, tampoco son siempre necesarias, como en la etapa inaugural de una época, para decirlo metafóricamente usando la figura crono-gramática de la historia. Las instituciones al ser espesores, que los flujos sociales constituyen, son parte de la paradoja flujos-espesores. Las paradojas no son estáticas, al contrario, su propia ambivalencia complementaria impulsa un constante cambio, mejor dicho un constante devenir, aunque, a veces se de manera imperceptible. Al anclarse las instituciones en un momento constitutivo, queriendo detener los procesos de los acontecimientos sociales, se vuelven anacrónicas, como fortalezas inútiles, en tiempos cuando y no se sitia a las fortalezas, sino se las convierte en piezas de museo.

El problema de las instituciones, al capturar fuerzas de la potencia social, para reproducirse, por lo tanto, al capturar energía, tanto vibratoria como de desplazamiento, a partir de un determinado momento, el consumo de esta energía, en vez de producir neguentropía, ocasiona entropía. Por lo tanto, y no cumplen la función de la vida, que es el inventar y crear a partir de la audacia de la neguentropía. Se vuelven una amenaza.

En consecuencia, podemos concluir que respecto a las instituciones en su etapa decadente, no pueden explicarse por el mayor aporte de la energía de desplazamiento, sino por el uso generador de entropía de la energía capturada.


[1] Ver de Brian Greene El universo elegante. Drakonteos; Crítica, Planeta. Barcelona 2006. https://violetadedios.files.wordpress.com/2011/01/el-universo-elegante-de-brian-greene.pdf. 

 

 

Cuerpos

Paradoja flujos-espesores

Raúl Prada Alcoreza

La paradoja, entonces, no se da entre nomadismo y sedentarismo, pues están en distintos planos de intensidad; tampoco se da entre flujos y máquinas, de la misma manera, se encuentran en distintos planos de intensidad. La hipótesis prospectiva que proponemos es que la paradoja acaece entre flujos y espesores; llamaremos a esta paradoja la paradoja flujos-espesores.

Las cuerdas que vibran, en consecuencia, generan vibraciones que se mueven en ondas, ondas que producen notas, notas que crean la materia, las distintas formas de la materia. En otras palabras, retomando las metáforas anteriores, las interpretaciones hechas, podemos hablar de la paradoja flujos-espesores. Los espesores, la materia, se dan lugar sobre el substrato de los flujos. Algo así, usando como ejemplo, como que lo solido aparece como efecto de lo fluido.

La paradoja flujos-espesores puede ser entendida como una articulación paradójica, como una integralidad paradójica y dinámica; he ahí la complejidad. Los espesores son generados por los flujos; los espesores, que parecen contrastar con los flujos, así como los sólidos contrastan con los fluidos, son posibles y se realizan precisamente por los flujos. Las ondas y las vibraciones, en determinadas condiciones, producen asociaciones y composiciones que generan materia; la energía se vuelve materia, por así decirlo. Para poder sugerir interpretaciones hipotéticas sobre este acontecimiento es menester comprender la función que cumplen los campos de las fuerzas fundamentales del universo; la fuerza gravitatoria, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil.

La fuerza electromagnética cohesiona las asociaciones atómicas y moleculares, también cohesiona las asociaciones molares, por decirlo metafóricamente; hace solida a la materia. La fuerza nuclear fuerte cohesiona las asociaciones y composiciones intraatómicas. La fuerza nuclear débil cohesiona las asociaciones y composiciones de las partículas infinitesimales. Sabemos que la fuerza gravitatoria es fundamental en la paradoja de atracción y repulsión de la materia, en la configuración de las órbitas, en la formación de las galaxias; pero, la física todavía no ha descifrado a esta fuerza fundamental del universo, quedando, mas bien, como incógnita. Lo que impide todavía la conformación de la teoría unificada, que comprende a todas las fuerzas fundamentales del universo.

Lo que viene adelante es audaz y hasta precipitado; empero, requerimos de estas hipótesis prospectivas, por más especulativas que sean, que no cuentan más que con intuiciones provisionales para decir algo sobre estos problemas y grandes temas.

Hipótesis prospectivas físicas

1. La fuerza gravitatoria es fundamental en la activación del movimiento de las composiciones del universo.

2. La fuerza gravitatoria genera los giros, en los bucles, remolinos que se aplican sobre sí mismos, deteniendo la entropía o el ser arrastrado por la entropía. Generando la conformación, en nuestro universo, de la base del mismo, los átomos.

3. La fuerza gravitatoria forma composiciones molares, entre las cuales interactúan, afectándose mutuamente. En el caso de nuestro sistema solar, se conforma un sistema de órbitas de planetas alrededor del sol. Entonces, la fuerza gravitatoria genera órbitas, así como desplazamientos del espacio-tiempo; también acumulaciones de masas.

4. En casos de extrema gravitación acumulada, incrementada, por la conformación de mega-gigantescas composiciones morales, que pueden no solamente explosionar, sino formar agujeros negros, que se tragan la materia y la energía, hundiéndose hasta desaparecer, destruyendo la base misma del universo, el átomo.

5. La fuerza gravitatoria actúa en combinación con las otras fuerzas fundamentales del universo. Se puede decir que las fuerzas fundamentales se asocian y combinan ocasionando distintos fenómenos físicos en la creación del universo.

6. La activación del movimiento, en sentido amplio, en sus formas diversas y plurales, es, en el fondo, la activación de la vida, en sentido amplio, como existencia; así también, la activación de la vida, en sentido restringido, en la perspectiva de la biología.

Hipótesis prospectivas sociales

1. Hagamos de cuenta que los flujos son como la entropía, aunque esta comparación no sea sostenible; empero, no queremos establecer equivalencia, menos decir que se comportan de la misma manera o que la entropía corresponde a los flujos de energía que se pierden. Por otra parte, quizás sea ya conveniente discutir el mismo concepto de entropía heredado. Lo que nos interesa es la analogía metafórica para ilustrar sobre la paradoja flujos-espesores. Entonces diremos que los flujos, en determinadas condiciones, actúan sobre sí mismos, producen "bucles" y "remolinos", conformando espesores sociales. ¿Qué es lo que hace que actúen de esa manera? ¿Hay alguna fuerza social que actúa así como la fuerza gravitatoria, que hemos supuesto, activando la vida social, en las condiciones de las sociedades humanas?

2. Supongamos una fuerza social fundamental, que empuja a la asociación. Una fuerza social fundamental, que combina paradójicamente "atracción" y "repulsión", ocasionando, por eso, separaciones, también generando movimientos "orbitales", alrededor de un supuesto centro. Una fuerza social fundamental, que hace girar y desplazarse a los miembros de la asociación, así como a las asociaciones mismas. Llamemos a éste empuje fundamental, fuerza gravitatoria social.

3. La fuerza gravitatoria social activa la vida social, al activar sus movimientos y movilidades sociales.

4. Retomando nuestras metáforas iniciales, esta fuerza gravitatoria social hace que los flujos sociales, los nomadismos, generen espesores sociales. Conformen instituciones.

5. Los flujos son las fuerzas sociales mismas, como potencia social. Cuando estas fuerzas sociales convergen, conformando espesores sociales, conformando instituciones, las fuerzas sociales actúan sobre sí mismas, ocasionando "bucles", que retienen estas fuerzas sociales y las hacen funcionar en forma circular, dando densidad a los espesores sociales que conforman.

6. La fuerza gravitatoria social ocasiona agregación masiva de flujos sociales en espesores sociales, que crecen desmesuradamente. Llegado el momento, estos espesores sociales, altamente densos, tienden también a la explosión. Incluso pueden ocasionar "agujeros negros", que se tragan los espesores sociales y sus flujos sociales retenidos.

Hipótesis prospectivas hacia una teoría unificada

1. Teniendo como premisa o axioma la tesis de las asociaciones, composiciones y combinaciones de las mónadas; fenómeno constitutivo del universo, sugerimos, como, y lo hemos hecho, que la teoría unificada no puede ser sólo física, relativa a la articulación de las fuerzas fundamentales de universo, de una manera integrada, en una teoría unificada, sino que se requiere incorporar a la unificación a las teorías sociales. En este sentido, habíamos sugerido, no solo para la unificación teórica, sino también para avanzar en la solución de los problemas que enfrenta la física contemporánea, precisamente en lo que respecta a la teoría unificada, que es menester desarrollar una sociología de las cuerdas, de las partículas infinitesimales, de los átomos, de las moléculas[1].

2. Sociología cuántica y relativista de las fuerzas fundamentales de universo. Pues, si nos basamos en la tesis universal de las asociaciones de las mónadas, entonces, la capacidad de asociarse de las mónadas devela, no solamente que la materia y la energía es vida, sino también que son inteligentes, que la inteligencia no es atributo humano, sino de la vida, en su sentido amplio, como existencia, así como en su sentido restringido, biológico. En consecuencia, es indispensable desarrollar una sociología cuántica y relativista para abordar los cruciales problemas con los que se ha topado la física[2].

3. En otras palabras, decimos que los fenómenos sociales, sus fenomenologías, no son exclusivos de las sociedades humanas, sino que ya están contenidos, obviamente en otras formas, contenidos y expresiones, en el universo, en sus distintas escalas.

Hipótesis prospectivas físicas

7. La fuerza gravitatoria es fundamental en la activación del movimiento de las composiciones del universo.

8. La fuerza gravitatoria genera los giros, en los bucles, remolinos que se aplican sobre sí mismos, deteniendo la entropía o el ser arrastrado por la entropía. Generando la conformación, en nuestro universo, de la base del mismo, los átomos.

9. La fuerza gravitatoria forma composiciones molares, entre las cuales interactúan, afectándose mutuamente. En el caso de nuestro sistema solar, se conforma un sistema de órbitas de planetas alrededor del sol. Entonces, la fuerza gravitatoria genera órbitas, así como desplazamientos del espacio-tiempo; también acumulaciones de masas.

10. En casos de extrema gravitación acumulada, incrementada, por la conformación de mega-gigantescas composiciones morales, que pueden no solamente explosionar, sino formar agujeros negros, que se tragan la materia y la energía, hundiéndose hasta desaparecer, destruyendo la base misma del universo, el átomo.

11. La fuerza gravitatoria actúa en combinación con las otras fuerzas fundamentales del universo. Se puede decir que las fuerzas fundamentales se asocian y combinan ocasionando distintos fenómenos físicos en la creación del universo.

12. La activación del movimiento, en sentido amplio, en sus formas diversas y plurales, es, en el fondo, la activación de la vida, en sentido amplio, como existencia; así también, la activación de la vida, en sentido restringido, en la perspectiva de la biología.

Hipótesis prospectivas sociales

7. Hagamos de cuenta que los flujos son como la entropía, aunque esta comparación no sea sostenible; empero, no queremos establecer equivalencia, menos decir que se comportan de la misma manera o que la entropía corresponde a los flujos de energía que se pierden. Por otra parte, quizás sea ya conveniente discutir el mismo concepto de entropía heredado. Lo que nos interesa es la analogía metafórica para ilustrar sobre la paradoja flujos-espesores. Entonces diremos que los flujos, en determinadas condiciones, actúan sobre sí mismos, producen "bucles" y "remolinos", conformando espesores sociales. ¿Qué es lo que hace que actúen de esa manera? ¿Hay alguna fuerza social que actúa así como la fuerza gravitatoria, que hemos supuesto, activando la vida social, en las condiciones de las sociedades humanas?

8. Supongamos una fuerza social fundamental, que empuja a la asociación. Una fuerza social fundamental, que combina paradójicamente atracción y repulsión, ocasionando, por eso, separaciones, también generando movimientos "orbitales", alrededor de un supuesto centro. Una fuerza social fundamental, que hace girar y desplazarse a los miembros de la asociación, así como a las asociaciones mismas. Llamemos a éste empuje fundamental, fuerza gravitatoria social.

9. La fuerza gravitatoria social activa la vida social, al activar sus movimientos y movilidades sociales.

10. Retomando nuestras metáforas iniciales, esta fuerza gravitatoria social hace que los flujos sociales, los nomadismos, generen espesores sociales. Conformen instituciones.

11. Los flujos son las fuerzas sociales mismas, como potencia social. Cuando estas fuerzas sociales convergen, conformando espesores sociales, conformando instituciones, las fuerzas sociales actúan sobre sí mismas, ocasionando "bucles", que retienen estas fuerzas sociales y las hacen funcionar en forma circular, dando densidad a los espesores sociales que conforman.

12. La fuerza gravitatoria social ocasiona agregación masiva de flujos sociales en espesores sociales, que crecen desmesuradamente. Llegado el momento, estos espesores sociales, altamente densos, tienden también a la explosión. Incluso pueden ocasionar "agujeros negros", que se tragan los espesores sociales y sus flujos sociales retenidos.

Hipótesis prospectivas hacia una teoría unificada

4. Teniendo como premisa o axioma la tesis de las asociaciones, composiciones y combinaciones de las mónadas; fenómeno constitutivo del universo, sugerimos, como, y lo hemos hecho, que la teoría unificada no puede ser sólo física, relativa a la articulación de las fuerzas fundamentales de universo, de una manera integrada, en una teoría unificada, sino que se requiere incorporar a la unificación a las teorías sociales. En este sentido, habíamos sugerido, no solo para la unificación teórica, sino también para avanzar en la solución de los problemas que enfrenta la física contemporánea, precisamente en lo que respecta a la teoría unificada, que es menester desarrollar una sociología de las cuerdas, de las partículas infinitesimales, de los átomos, de las moléculas[3].

5. Sociología cuántica y relativista de las fuerzas fundamentales de universo. Pues, si nos basamos en la tesis universal de las asociaciones de las mónadas, entonces, la capacidad de asociarse de las mónadas devela, no solamente que la materia y la energía es vida, sino también que son inteligentes, que la inteligencia no es atributo humano, sino de la vida, en su sentido amplio, como existencia, así como en su sentido restringido, biológico. En consecuencia, es indispensable desarrollar una sociología cuántica y relativista para abordar los cruciales problemas con los que se ha topado la física.

6. En otras palabras, decimos que los fenómenos sociales, sus fenomenologías, no son exclusivos de las sociedades humanas, sino que ya están contenidos, obviamente en otras formas, contenidos y expresiones, en el universo, en sus distintas escalas.


[1] Ver La explosión de la vida; también Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/?_ga=1.224187803.1016417130.1438789692. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/.

[2] Se ha vuelto costumbre definir la inteligencia como la capacidad de pensar, entender, razonar, asimilar, elaborar información, además de recurrir al empleo de la lógica. Sin embargo, no es posible una definición universal de la inteligencia. En consecuencia, no parece posible una definición escueta. Se sabe que la inteligencia supone condiciones de posibilidad vitales, como la percepción y la memoria. Las teorías de la complejidad han deshecho el mito de la inteligencia como exclusiva y propia del ser humano. La inteligencia se encuentra en todos los seres orgánicos, pues son capaces de saber; es decir, captar información, retener la información, constituir memoria, y anticiparse, proyectar acciones. Nosotros ampliamos aún más el espectro de la inteligencia; decimos, que si las moléculas crearon la vida o establecieron las condiciones de la generación de vida, en el sentido biológico, en otras palabras, que son capaces de producir y construir neguentropía, es porque saben calcular para hacerlo. Entonces, la inteligencia también es atributo, es sus distintas formas, en sus diferentes estructuras y realizaciones, de las moléculas. Es más, como los átomos son composiciones de asociaciones de partículas infinitesimales, unas conformando el núcleo, otras conformando composiciones que orbitan alrededor del núcleo; el hecho de estas asociaciones, devela comportamientos inteligentes. Ciertamente el concepto de inteligencia se convierte en pluriversal y transversal a toda la existencia y la vida, al adquirir este alcance requiere de una re- conceptualización.

[3] Ver La explosión de la vida; también Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares. 

 

 

Ensayos críticos 

Estrategias banales

Raúl Prada Alcoreza

La historia ha ensalzado a formaciones de dominaciones centralizadas, ya sea como imperios o estados expansivos. Incluso ha considerado las geopolíticas, puestas en juego; ya se interprete retrospectivamente los sucesos expansivos de dominación centralizada, antes que la geopolítica como estrategia geográfica de dominación y como teoría se haya dado; ya sea que se parta propiamente de concepciones de dominación del espacio, tanto como espacio vital o como espacio mundial, una vez que la geopolítica se ha convertido en paradigma político. En otras palabras, la historia ha tomado en serio los imaginarios imperiales, que sitúan su centro simbólico en la centralización absoluta del poder, en un centro vacío. El cuerpo del monarca, que no existe como la alegoría del poder lo quiere, ya sea como hijo de Dios o como el que está por encima de la ley y las necesidades. Esta narrativa del poder es un mito.

La modernidad, el Estado moderno, ha heredado este mito del poder y lo ha transferido a sus formaciones discursivas, que hablan del Estado-nación, que legitiman su edificación republicana en la soberanía del pueblo. El centro vacío ya no es el monarca, sino el pueblo ausente, pues el pueblo no está en el poder, no ejerce gobierno; está ausente efectivamente en la estructura estatal. Solo está su fantasma, la representación política e "ideológica", que deja el vacío requerido por el centro, precisamente para llenar ese hueco con narrativas convenientes, según los periodos, según los estratos sociales, que ocupan la maquina fabulosa burocrático-administrativa del Estado.

Que el pueblo no esté efectivamente en el centro del poder, ayuda a ejercer las dominaciones desplegadas a nombre del pueblo. Del otro lado, el pueblo concreto, con toda su complejidad y pluralidad cargada, no ejerce gobierno, sino que se convierte en objeto y materia del poder. Del otro lado, no hay vació, sino espesores sociales y culturales, conglomerados de fuerzas, que realizan prácticas y conforman relaciones y estructuras de reproducción social. El vacío del centro del poder no reaparece, pues no hay un centro en la sociedad rizomática, plural y múltiple, diversa y dinámica. Lo que hay, en vez de este vació central, es la distribución dispersa de "ideologías", imaginarios institucionales, ateridos a sus cuerpos, inscritos por diagramas y cartografías de poder.

Las "ideologías" compartidas por las multitudes, que hacen al pueblo, son, en parte, resonancias de los mitos, que hace circular el Estado; en parte, herencias de memorias sociales guardadas, transmitidas oralmente o a través de costumbres; son memorias no actualizadas, no asumidas críticamente, sino como verdades heredadas. En parte, también, son incorporaciones novedosas, derivadas de la experiencia de las luchas sociales, así como de formaciones discursivas modernas, en las que se encuentran las interpelaciones y criticas de corrientes, por así decirlo, de vanguardia. Cuando, en esta constelación "ideológica" preponderan los mitos del Estado, la legitimidad estatal se aproxima a lo logrado. Cuando las tradiciones preponderan, de manera no actualizada ni critica, el pasado, que es una referencia imaginaria, pesa tanto, que detiene la movilización y las luchas, adormeciendo las capacidades populares transformadoras. Cuando, en cambio, prepondera la memoria de la experiencia de las luchas, el pueblo es capaz de asumir el presente como transformación del pasado y del futuro.

No negamos, que la anterior exposición es esquemática; empero, ayuda a ilustrar, de una manera simple, el juego, no solamente de fuerzas, sino de proyectos sociales y políticos, no necesariamente dichos o, si se quiere, racionalizados, sino inherentes a las propias practicas sociales. Entonces, podemos replantear, a partir de estas consideraciones, la paradoja conservadurismo-progresismo.

Habíamos dicho que la paradoja conservadurismo-progresismo plantea no una contradicción sino una complejidad. Cierto conservadurismo inherente a la información, a la retención de la información, a la memoria operativa, a los programas, en el sentido técnico, es la base para las transformaciones. En cambio, otro conservadurismo, vinculado a los mitos del poder, a las "ideologías" institucionales, a los prejuicios ateridos, destruyen las condiciones de posibilidad de las transformaciones. Desde la exposición que hicimos, vemos que la relación social con la memoria es, por así, decirlo, determinante. Si la memoria, que es la interpretación perceptual, individual y social de la experiencia, es capturada por el Estado, por lo menos metafóricamente, la memoria se vuelve una caricatura de la memoria social; en otras palabras, un olvido impulsado por el Estado. Si la memoria social es atrapada por el acopio de recuerdos transmitidos, sin reflexión colectiva, simplemente como amontonamiento, que lleva a distintas mezcolanzas, las capacidades populares terminan atrapadas en "ideologías" barrocas, que pueden ser sugerentes, en lo que respecta a la descripción de los imaginarios; empero, atan las iniciativas populares, las mismas que, prontamente terminan reencauzadas por el Estado y por gobiernos demagógicos. En cambio, si la memoria social es interpretada desde la experiencia de las luchas, desde la memoria fresca y dinámica de las luchas, entonces, la memoria social puede liberarse de su caricatura estatal y recuperar el pasado en su complejidad simultánea y dinámica; en consecuencia, entonces el futuro aparece como campos de posibilidades abiertos.

Desde esta perspectiva, hablaremos de estrategias conservadoras y de estrategias transformadoras. Las estrategias conservadoras son no solamente las supuestas estrategias políticas, expuestas en discursos, en teorías geopolíticas, en planes de incidencia, sino son también las estrategias efectivas, inherentes a las prácticas sociales y a las mecánicas institucionales. Las estrategias transformadoras, que también son inherentes a las prácticas, por ejemplo, de movilizaciones anti-sistémicas, y a las formas de organización de contra-poderes, se generan en la dinámica misma de las luchas; no, como en el otro caso, en las estructuras fijas de las mallas institucionales del Estado o, en su caso, en los barroquismos acumulados como museos de recuerdos contemplativos.

Las estrategias conservadoras, tengan la característica que tengan, son banales, pues solo llevan de nombre eso de "estrategias"; no están destinadas, obviamente, a cambiar, sino, más bien, a la inercia del poder. No son, por lo tanto, proyecciones para la acción, sino son simulaciones de estrategias, que cumplen, para contrastar, el papel de causar la inacción, el conformismo, la subordinación. Decimos que estas "estrategias" son banales porque están pronunciadas, invocadas, diseñadas, en vano o para la vana tarea de dibujar "horizontes" que no lo son, siendo más bien umbrales. Son también banales, pues su expresión discursiva reduce tanto la complejidad, sinónimo de realidad, que las caricaturas conformadas solo sirven para simular cierta seria formalidad, cuando, en el fondo, el poder y las dominaciones no tienen nada que ofrecer, pues no conciben el futuro, sino el fin de la historia. Si hablan de "futuro" es solamente nombre o palabra, sin concepto; se trata de un "futuro" vacío, que es llenado como proyección estéril del presente de las dominaciones. Si revisamos las guerras en las que se han involucrado las potencias imperiales, vemos que son banales, a un costo de tragedias aterradoras. ¿Qué es lo que han logrado? Exagerando, diremos nada. En el mejor de los casos, las potencias vencedoras de la segunda guerra mundial, detuvieron la barbarie racional y moderna de la "raza aria". Los otros, obtuvieron como resultado su propia destrucción, además de haber enseñado, negativamente, lo que el hombre es capaz de hacer, amenazando a la vida misma.

Si revisamos sus geopolíticas encontradas, en verdad, por decirlo metafóricamente para ilustrar, no había nada serio, salvo la pretensión discursiva y la ceremonialidad del poder. Tomar en serio la geopolítica, tal como fue diseñada, de dominación mundial de la "raza aria", es como tomar en serio la elucubración figurada de un personaje de dibujos animados. Creer, que del otro lado, tanto de la democracia formal como del socialismo real había una "estrategia" seria, es también considerar los deseos y las buenas intenciones, expuestas de manera metodológica, como si fuesen proyectos completos históricos-políticos-culturales. Lo que si había, en el lado de la democracia formal, era la "ideología" liberal, que convocaba a la humanidad, en tanto humanismo conservador. Lo que si había del otro lado, del socialismo real, era una "ideología" estatalista, que pretendía enunciarse como discurso socialista o como humanismo "revolucionario". El "socialismo" que nos presenta en la formación discursiva materialista no dejaba de ser una caricatura, sin fondo, sin espesores, sin estructuras claras, sin realidad concreta; el "socialismo" que nos ofrece efectivamente es la de un Estado policial absoluto. Por eso, decimos que se trata de "estrategias" banales, pues no suponen programas, en el sentido operativo de la palabra, como techné de incidencia en la realidad, sinónimo de complejidad. Sino, más bien, discursos "ideológicos".  

 

 

Imaginarios

Imaginarios y complejidad

Raúl Prada Alcoreza

La imaginación forma parte del cuerpo, los imaginarios forman parte de la realidad, sinónimo de complejidad. No se puede entender la imaginación sin el cuerpo, como tampoco se puede entender el pensamiento sin el cuerpo; el pensamiento y la imaginación forman parte de las dinámicas del cuerpo. De la misma manera, se puede decir que, los imaginarios forman parte las dinámicas sociales, las cuales forman parte de las dinámicas ecológicas. No se puede concebir imaginarios sin las dinámicas sociales; así como tampoco se puede concebir las dinámicas culturales, las dinámicas de los saberes, las dinámicas de las ciencias y las dinámicas tecnológicas sin las dinámicas sociales, sin las dinámicas ecológicas[1].

No hay pues una exterioridad como referencia a la que imagina la imaginación, no hay un afuera del pensamiento, que le sirve de objeto de pensamiento. La imaginación y el pensamiento están dentro de la realidad, sinónimo de complejidad; forman parte de la complejidad de la realidad, como integralidad dinámica y simultánea. No podría darse el pensamiento y la imaginación sin esta condición integral y compleja de la realidad; la imaginación y el pensamiento se dan porque forman parte de la multiplicad dinámica de la complejidad integral, de la simultaneidad dinámica de los tejidos del espacio-tiempo.

Desde la perspectiva de nuestra interpretación, decimos que la imaginación y el pensamiento se encuentran en las energías y materias del universo o pluriverso, en sus plurales y singulares formas compuestas y combinadas[2]. No es atributo solamente biológico, como lo concibe la teoría de la complejidad de Edgar Morin, ni mucho menos, solo un atributo humano, como el circunscrito antropocentrismo lo ha concebido y ungido de centralidad mitológica. La imaginación y el pensamiento están insertos en las formas de existencia de las materias y energías del universo[3]. Ciertamente, en sus plurales formas conformadas.

La presencia singular de la forma de pensamiento humana se hace explicable por esta composición compleja del universo, que contiene en sus contexturas y combinaciones, a esta dinámica singular de la imaginación y el pensamiento, en sus distintas formas y composiciones. Que obviamente no conocemos, pues, al partir del prejuicio de que el pensamiento y la imaginación son atributos solamente humanos, los humanos nos hemos encerrado en una cápsula, convertida, además, imaginariamente, en una centralidad cósmica. Centralidad imaginaria que fue decentrándose, en la medida que la percepción y el saber físico deshizo estos mitos. Si bien ha ocurrido esto, la centralidad que todavía se mantiene, como prejuicio, es la centralidad del pensamiento y la imaginación, que para esta ciencia antropocéntrica, conforman la inteligencia, haciendo que la inteligencia sea propiamente un atributo humano. Esta centralidad supuesta es obviamente un prejuicio antropomórfico, que persiste como un obstáculo epistemológico; impidiendo visualizar la complejidad. Además de obstaculizar la explicación o la interpretación adecuada del pensamiento y la imaginación.

El ser humano como complejidad singular, comprendiendo la filogénesis y la ontogénesis, que lo hace posible y viviente, está conectado a los seres complejos y singulares del universo. Que no sea consciente de esto, muestra, mas bien, que su "ideología" antropocéntrica ha alterado la interpretación de los datos, de los fenómenos captados por el cuerpo. Desechando gran parte de la información percibida por el cuerpo; seleccionando lo que le conviene a la "ideología", que construye el mito del hombre como ser racional, ser de lenguaje, ser político. Esta coraza de defensa ha terminado convirtiéndose en una cárcel para el ser humano, que requiere urgentemente, para seguir viviendo y seguir desenvolviendo la potencia social, de la comunicación con todos los seres del universo.

En los ámbitos, en los planos y espesores de intensidad de las sociedades, la imaginación y el pensamientos humanos, al formar parte de las dinámicas sociales y las dinámicas ecológicas, cumplen, por así decirlo, funciones orientadoras de acciones, funciones instrumentales de recepción de información, de codificación y decodificación de las mismas, además de interpretación. Estas funciones son indispensables para la sobrevivencia y la realización de la potencia social creativa. Sin embargo, cuando estas funciones, articuladas e integradas a las dinámicas complejas sociales y corporales, son imaginariamente autonomizadas, separadas, en primer lugar, del cuerpo, después, convertidas espíritu social, en la razón abstracta, que denominamos razón fantasma[4], las funciones alteradas, mitificadas, terminan generando monstruosidades, como la de la racionalidad instrumental, la mitología del conocimiento científico, antes, la mitología del conocimiento verdadero, sea religioso o filosófico. Monstruosidades, que al incidir en los comportamientos sociales institucionalizados, induce a prácticas y estructuras sociales, que se convierten en una amenaza para la vida, para los ciclos de la vida, para las ecologías, incluyendo la amenaza para la especie humana, por así decirlo.

El pensamiento complejo busca desbaratar esta centralidad persistente, como rudimento anacrónico, que, por su ubicación en el mapa vital de las sociedades, se ha convertido, además de obstáculo epistemológico, en una "ideología" antropocéntrica, que legitima las amenazas de máquinas de poder y de guerra. Dicho en pocas palabras, el pensamiento complejo busca liberar la potencia social.

El pensamiento complejo, al situar, como corresponde, al pensamiento y a la imaginación en el cuerpo, como parte de sus dinámicas, al situarlo en las dinámicas complejas de la realidad, libera al pensamiento y a la imaginación de las ataduras y restricciones impuestas por una episteme esquemática y dualista. Episteme moderna, que si bien ha servido, en parte de la modernidad, ha terminado extraviándose en sus propios laberintos. El pensamiento, como parte de las fenomenologías de la percepción, libera su potencia y da lugar a desenvolvimientos creativos, por de pronto, ateridos a las restricciones impuestas por las mallas institucionales. En este sentido, hay que reconocer, usando la connotación más amplia y adecuada del concepto de política - la de suspensión de los mecanismos de dominación -, que el pensamiento complejo supone una política; la de liberar la potencia social de la metafísica y las "ideologías" del poder, de los diagramas de poder y de las arqueologías de los saberes que lo legitiman.

En el ensayo anterior hablamos de imaginarios y prácticas[5], aludiendo a una de las consecuencias restrictivas de la episteme dualista. Al haber separado imaginarios de prácticas, valorizando los imaginarios, imaginariamente autonomizados, y subordinando las prácticas a las "ideologías" - lo que delata que forma parte de la economía política generalizada -, ha derivado en inhibiciones restrictivas y circunscritas de las prácticas, relaciones y estructuras sociales. Se trata de imaginarios ateridos a los paradigmas, anclados en prejuicios soterrados. Estos imaginarios no solamente obstruyen, sino como "ideologías" impiden la renovación dinámica de los conocimientos y los saberes, desarmando a las sociedades humanas ante los desafíos que afrontan. En cambio, cuando los imaginarios se toman como lo que son, como parte de las dinámicas sociales, entonces mantienen la capacidad imaginativa abierta, reproduciéndose en la complejidad, potenciando su capacidad y sus funciones. A esto llamaba Cornelius Castoriadis imaginario radical; en tanto imaginación, vinculada al cuerpo, individualizada, el mismo pensador crítico, denomina imaginación radical.


[1] Ver La explosión de vida. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/.

[2] Ver Espesores-flujos. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/.

[3] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/´.

[4] Ver Crítica y complejidad. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-y-complejidad/.

[5] Ver Imaginarios y prácticas. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/imaginarios-y-practicas/. 

Aroma, P° de la Castellana 79, Madrid, 28046, (+34) 947 002 963
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar